viernes, 27 de noviembre de 2009
Como abonar un rosal
La preferencia de las rosas por los suelos ricos obliga a añadir materia orgánica (compost, turba, musgo o estiércol) al suelo donde se plantarán los rosales, no sólo para aportar nutrientes, sino también para mejorar su drenaje. Este enriquecimiento previo del suelo debe hacerse como mínimo un mes antes de plantar. Es un trabajo extra, pero la recompensa son plantas más sanas que vivirán mejor por muchos años.
1. La primera tarea será escoger un lugar adecuado para las rosas. Tiene que ser un área con la mayor cantidad posible de sol –unas 6 horas es ideal- y buena circulación de aire, pero no viento inmisericorde. Otra buena opción es una zona que reciba sol directo por la mañana, es decir, al Este, especialmente si se trata de rosas de colores fuertes que podrían acusar el exceso de sol vespertino.
Hay zonas con menos cantidad de luz para las que se pueden encontrar variedades adecuadas. Pero resulta completamente desaconsejable plantar en puntos donde las rosas tengan que competir por el agua y los nutrientes con las raíces de árboles o arbustos cercanos.
Otra mala idea: sembrar rosas junto a tejados inclinados y desagües, que pueden acarrearles chorros de agua de lluvia o avalnachas de nieve.
Las zonas de mal drenaje también deben ser descartadas a menos que se inicie la tarea de mejorarlo, con abonos orgánicos(compost, estiércol) que 'airean' su estructura y dando al suelo la inclinación necesaria.
2. Preparar el suelo para las rosas comienza por ararlo a una profundidad de unos 40 cm, retirar piedras, restos de plantas y raíces, y añadir compost, estiércol, turba o musgo para mejorarlo. Esta operación puede realizarse en otoño, de manera que en noviembre o diciembre, cuando ya se puede plantar a raíz desnuda, el abono orgánico haya comenzado a descomponerse con la ayuda de la lluvia o el agua de riego.
Si arar todo el arriate no es posible, por la existencia de otras plantas, se pueden preparar los agujeros de plantación individualmente, de la misma manera: se abren agujeros de 45 x 45 cm, y la tierra extraída se mezcla a partes iguales con el abono elegido. Si la tierra natural del lugar está muy agotada (por ejemplo, porque allí había otras plantas), se puede sustituir por sustrato.
Si no se dispone de tanto tiempo, puede optarse por compost muy maduro bien mezclado con la tierra del lugar o sustrato comercial.
3. ‘Baños’ previos: Antes de plantar, algunas personas dejan los rosales a raíz desnuda sumergidos en un cubo con agua. Otras prefieren un cubo con mezcla pastosa de agua y tierra. Este baño no debe durar más de 24 horas.
También es aconsejable recortar algo las raíces si tienen puntas en mal estado o débiles.
Si las rosas vienen en contenedor, pueden plantarse en cualquier momento del año excepto verano y excepto en tiempo de heladas. Por supuesto, no hace falta quitarle sla tierra del contenedor con que vienen; sólo hay que remover la planta cuidadosamente, conservando el cepellón.
4. Qué hacer con las raíces: Una vez colocados los rosales a raíz desnuda en sus huecos, las raíces deben quedar bien extendidas en forma de abanico. Un truco para lograrlo es preparar en el fondo del agujero una ‘montañita’ algo puntiaguda de tierra sobre la que se asentará la raíz. Esta montañita no será de tierra común del lugar, sino mitad tierra y mitad compost o turba de musgo.
5. Finalmente, se puede añadir Agrosil de Compo, un estimulador de raíces que es útil para todo tipo de plantas ornamentales, árboles, arbustos y césped. Está compuesto de 1% de nitrógeno, 20% de P2O5 y 36% de óxido de silicio coloidal. Sus funciones son desarrollar al máximo las raíces tanto en longitud como en grosor y mejorar la resistencia de las plantas a enfermedades y sequía. El producto tiene una acción prolongada, actúa de 6 a 9 meses como mínimo.
Un puñado de producto equivale a 50 gr. En macetas pequeñas, inferiores a 20 cm, se utilizan 25 gr. En macetas medianas, 50 gr. Y en macetas grandes o jardineras, de 50 a 100 gr. Para cultivos en suelo utilizar de 80 a 100 gr. (dos puñados) por árbol o arbusto.
6. Atención al punto de injerto: Antes de apretar la tierra para llenar el agujero de plantación, debe comprobarse la altura a la que ha quedado el punto de injerto, ese nudo gordo que aparece en los ejemplares injertados justamente sobre las raíces. Este debe quedar enterrad por un mínimo de 3 cm de tierra.
7. Agua, agua sobre todo: El siguiente paso es regar muy bien, sin formar charcos. Mantener la humedad del rosal recién plantado será primordial en las siguientes semanas. Una forma de hacrlo es construir alrededor del rosal un alcorque, es decir, una especie de pequeña ‘poza’ para que se absorba mejor el agua.
1 comentario:
Me Encantan las Rosas, y tengo dos rosales, pero quisiera plantar mas.. Pasaba a decirte, que gracias por publicar este post. Saludos.
PD: Me encanta la Imagen!
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